en este espacio atiendo tu consulta gratuitamente. ayudarte es ayudarme. empecé en 2006 con el foro de empareja2 y desde entonces he atendido más de 11.000 casoslee estos 3 puntos antes de dejarme tu consulta

Avisos
Vaciar todo

Vergüenza y culpabilidad

4 Respuestas
2 Usuarios
0 Me gustas
1,445 Visitas
(@bartleby)
New Member
Registrado: hace 4 años
Respuestas: 2
Topic starter  

Buenas tardes Carlos,

Expongo mi problema:

Hace cuatro años mantuve una relación de pareja con un chico durante un año y medio. Éramos muy jóvenes (23 años), estudiábamos y cada uno vivía con su respectiva familia. Ambos nos enamoramos perdidamente nada más conocernos. Durante ese tiempo de relación lo fue absolutamente todo para mí, todo en mi vida pivotaba en torno a él. Sin embargo, pronto empezaron a sucederse las discusiones hasta llegar al punto de ser constantes y a veces muy violentas. Fundamentalmente era yo, por celos y otras inseguridades, quien las provocaba. La situación no mejoraba -lo cual no quiere decir, evidentemente, que todo fuera malo- hasta que un día me llamó por teléfono y me dejó: no podía más, quería vivir, yo le estaba amargando la existencia…

Comprendí perfectamente su decisión y llevaba, de hecho, varios meses sintiéndola como inminente, pero aun así el derrumbamiento fue absoluto. Inicié inmediatamente un contacto cero estricto y viví un duelo durísimo al que además se sobreañadió el duelo por la muerte de un ser muy querido. Poco a poco reconstruí mi vida, hice nuevas amistades, reforcé las antiguas y -lo más difícil- me perdoné en la medida de lo posible dado que mi obsesión siempre fue que la ruptura no se hubiera dado si mi comportamiento hubiera sido otro.

Tras casi dos años de separación y creyéndome perfectamente recuperada respecto a la ruptura, conocí a otro chico con el que comencé un acercamiento. Era el primero que me interesaba tras mi ex y verdaderamente me apetecía progresar en la relación. Así estábamos, en pleno proceso de tonteo y juego cuando, el día de mi cumpleaños, me llama mi ex. Habían pasado dos años desde la ruptura, me sentía fuerte y sinceramente, pensé que podría controlarlo, así que respondí… y hablamos, hablamos durante horas.

Nos contamos lo que habíamos hecho durante este tiempo, qué tal los estudios, las familias, los viajes… y quedamos.

Yo me encontraba en estado de shock. Nuestra ruptura se dio en un contexto de relación absolutamente enfermiza y destructiva, llena de pasión pero también repleta de violencia. Yo me hubiera ahogado en ella antes que abandonarla, estoy segura, pero él tuvo la fuerza, valentía y sabiduría de salvarse y huir espantado. No puedo ni imaginar la liberación tan grande que hubo de sentir al dejarme. Por todo esto, jamás hubiera pensado que volvería, ¿para qué?

Tras unos días quedando como amigos, acabamos retomando la relación pero en una versión suavizada. Él no quería etiquetar lo nuestro y amenazaba a menudo con dejarme en caso de que nos desviáramos de nuevo por la senda de las discusiones. Asimismo, expresaba de forma reiterativa sus planes de irse pronto a vivir fuera de España. Es decir, no quería comprometerse conmigo y me avisaba continuamente como quien no quería la cosa, de que la puerta de emergencia estaba bien abierta por si tenía que volver a salir corriendo. Yo todas estas precauciones las recogía con rabia porque interpretaba que lo que él pretendía era beneficiarse de aquella parte de mí que le interesaba (sexo, compañía de vez en cuando…) rechazando completamente el resto de mi persona, lo que me ponía en una situación ridícula e indigna. Sin embargo, quería evitar por todos los medios volver a ser conflictiva y tragaba con ello poniendo buena cara -todo lo contrario de lo que hubiera hecho al sentirme amenazada tiempo atrás-. Además, según pasaban los días y yo daba muestras de "haber cambiado" él se encontraba cada vez más a gusto y así lo expresaba.

Desde el punto de vista emocional, mi situación era muy extraña. No terminaba de entender el sentido de esta segunda parte y la asumía como destinada al fracaso. Como comentaba anteriormente, no comprendía los motivos de su vuelta y ello, sumado a su reticencia hacia mí en algunos aspectos, me hacía pensar que su retorno se debía a motivos completamente ajenos al amor y más relacionados con algún aspecto de su vida que pretendía llenar a mi costa. Sin embargo, el magnetismo que nuestra historia pasada me producía, me subyugaba completamente. No podía desembarazarme de él. Sentía que la vida me daba una segunda oportunidad y tenía que intentar aprovecharla. Ya no sentía el amor ni la admiración de antaño -dos años de distancia habían hecho efecto- pero sí una especie de devoción a lo que tuvimos y que me sentía con la responsabilidad de revivir.

Era, por poner un símil, como si mi pareja, trágicamente fallecida, apareciera de nuevo cuando mi vida ya estaba amoldada a otras circunstancias y yo me sintiera en la obligación de reintegrarlo. ¿Qué hacer? ¿Cómo devolver a la tumba a alguien que has querido tanto?

Cuando decidí volver con mi ex dejé al chico que estaba conociendo. Le expliqué la situación y lo comprendió. Sin embargo, cuatro meses más tarde volví a coincidir con él en un cumpleaños de una amiga en común y, estando yo en la situación que os he descrito con mi ex, me enrrollé con él y retomamos el tonteo. Sentía que mi deber conmigo misma era continuar el camino que llevaba antes de que mi ex reapareciera. Me producía absoluto terror perder todas las conquistas que había logrado durante mi duelo y volverme a ver en la casilla de salida pero más sola, más mayor y más desengañada.  Este nuevo chico podría no significar nada en mi vida dos meses más adelante, podría ser un fracaso absoluto, pero al menos sería una nueva vivencia, un progreso, algo nuevo indicativo de que mi vida avanzaba, de que las experiencias se sucedían…

Me estuve debatiendo entre los dos un tiempo. Simultaneé ambas relaciones. Todo me daba miedo: dejar a mi ex me parecía inconcebible pero continuar con él una relación en la que no creía no tenía sentido.

Finalmente me ocurrió algo lamentable, que creo que es propio de las personas cobardes como yo y es que no decidimos nosotros sino que las circunstancias deciden en nuestro lugar: mi ex se enteró de que estaba con otro chico y me dejó. Me mandó un correo electrónico insultándome de todas las maneras imaginables. Me echaba en cara aspectos de nuestra primera relación (mis celos) que correlacionaba con mi comportamiento actual (tú que eras tan celosa y ahora mira quién es la que engaña…). Quedé con él para intentar explicárselo pero fue inútil dado que apenas me dejó hablar y yo tampoco acerté con los argumentos; desde entonces no hemos vuelto a hablar. Sus útlimas palabras fueron: Lo has hecho peor que la primera vez.

Tiempo después le mandé una carta explicándole el modo en que yo lo había vivido pero jamás respondió. Me he cruzado con él un par de veces (vivimos cerca) y percibo cómo se esfuerza por provocar un encontronazo para mostrarme su desprecio.

Mi sentimiento inicial fue de liberación pero el tiempo me ha traído mucha culpabilidad, vergüenza y dolor por lo ocurrido. No me atormento a diario pero tengo rachas de mucho malestar psicológico dándole vueltas a por qué hice las cosas tan mal, por qué le engañé, por qué soy tan cobarde… En esos momentos me duele enormemente haberle perdido de manera definitiva y siento todo el peso de la responsabilidad sobre mis hombros. Me atemoriza que esta historia lastre mis relaciones futuras.

 

Gracias,

Un saludo.

 


   
Citar
(@carlos)
Honorable Member admin
Registrado: hace 10 años
Respuestas: 527
 

hola, bartleby

te has creído tú solita la versión de este tipo, un tipo que no se quería una ? [por eso volvió a ti], dejándote claro que sólo te quería de forma temporal [para utilizarte], mientras tú navegabas en la ensoñación de la relación pasional y estratosférica que fue, en realidad, una relación tóxica y violenta

como decía en este audio, hay que ser muy consciente para darte cuenta de que no vives un amor de verdad

 

Respondido por: @bartleby

Quedé con él para intentar explicárselo pero fue inútil dado que apenas me dejó hablar y yo tampoco acerté con los argumentos; desde entonces no hemos vuelto a hablar. Sus útlimas palabras fueron: Lo has hecho peor que la primera vez.

la cuestión es: si tan mal lo hiciste la primera vez, ¿para qué insiste una segunda? sigues poniéndole a él como el cojonudo de la película, haciéndote sentir que no mereces lo muchísimo que tiene para darte

lo cierto es que tus celos arruinaron la relación, pero que él vuelva después de tanto tiempo se debe a que se ha encontrado situaciones similares [o peores] en las que no ha podido manipular a su pareja, así que vuelve a la versión conocida y dócil, la que tiene contigo, para recibir el afecto de una persona [tú] cuya "vida privada pivota a su alrededor"

busca sentirse el centro de vuestra relación, lo que le impide mejorarse a sí mismo

 

logo

 

en tu caso, cuando dejas de ser la estrella de tu propia vida y pasas a ser el planeta de otra, manifiestas tu desmerecimiento, tu falta de amor propio, y eso te lleva a querer controlar la vida de otras personas

crees que así conseguirás el control de la tuya ?‍♂️

en su caso, tu ex tuvo contigo el afecto de una mujer, un eco de su madre, se comportó como un niño despreocupado haciendo lo que le daba la gana, y despertó tus celos poniéndote a ti como culpable de todo

tú te entregaste, lo diste todo, pero no por él. actuaste de forma egoísta y siempre por ti: si yo te doy todo, si no me importa que sepas dónde estoy a cada momento o que me mires el móvil, espero que también tú hagas lo mismo y no me hagas pensar mal de nuestra relación

partiendo de esta base, de que no te quisiste mientras estuviste junto a él, puedes comprender todo lo que os pasó

 

 

Respondido por: @bartleby

por qué hice las cosas tan mal, por qué le engañé, por qué soy tan cobarde

lo mejor de todo es que si él se hubiera vuelto dócil, manso, si te hubiera rendido cuentas de todo y hubieras sido capaz de controlarle y tenerle a buen recaudo... le habrías acabado engañando tú

ése es tu verdadero problema, que no permites que te quieran porque tú no te quieres; buscas, inconscientemente [y por tu desequilibrio de energía masculina], una figura de autoridad que te domine y te rechace, tener el control de quien te descontrola para así estar en paz

un gran error

a pesar de todo no debes culparte. de hecho, para la culpa nunca hay momento, porque la culpa significa recordar una versión de ti con la que no estás conforme, una versión de ti que no se adaptó, que falló, que desencajó

el problema es que cuando algo sucede y no lo aceptas, y te quedas dando vueltas a lo que te pasó [todo lo que te ha traído hasta aquí] maldices una versión de ti que se ha transformado en lo que eres ahora, lo que significa que cuando culpas a tu yo pasado, estás hiriendo a tu yo presente

somos campos de energía que funcionan con emociones, y te aseguro que es imposible prosperar, crecer y ser feliz si tienes emociones negativas, de culpa, por algo que hiciste; por decirte, de alguna forma, que no está bien lo que has hecho

pasado y futuro son sólo una ilusión de la mente creada con recuerdos, imágenes de lo que sientes ser y que definen el mundo que te rodea; un recuerdo negativo de lo que fuiste genera una línea de tiempo que se desarrolla a partir de ese recuerdo, así que todas las cosas con las que conectas, las personas con las que te relacionas y las situaciones que vives están impregnadas por ese recuerdo negativo de ti

la única forma efectiva que conozco de romper con un drama, con un pensamiento limitante, es cambiando la forma de pensar que tienes sobre ese drama; en ese enlace te dejo una explicación y un pequeño trabajo de psicodrama: un ejercicio para sentir cosas sobre esa persona y sobre ti, diferentes a las que sentiste en su momento y que has alimentado todo este tiempo

insisto: el problema no es lo que sucedió, sino lo que tú piensas acerca de lo que sucedió
crea otras emociones diferentes sobre lo que ocurrió, y cambiarás lo que ahora ocurre

sé más constructiva... viviste algo para conocerte y conseguir el control de ti misma
no sufras por haber tomado consciencia [a través de aquella relación]
es de lo más valioso que te puede pasar

mucha fuerza ✨


   
ResponderCitar
(@bartleby)
New Member
Registrado: hace 4 años
Respuestas: 2
Topic starter  

Buenos días, Carlos

me siento muy desconcertada a raíz de mi última ruptura y vengo a intentar poner un poco de luz en todo esto, si es posible.

Tengo 33 años y llevo una vida bastante agradable y construida de acuerdo a mis deseos. Vivo sola en un alquiler de Madrid, trabajo en aquello para lo que estudié, he pasado por distintos trabajos y por fin llevo dos años en uno en el que me siento realmente cómoda y me ha permitido hacer amigos nuevos con los que aprendo, me río, hago planes. Además tengo a mis amigos de siempre con los que tengo un vínculo fuerte y cultivo mis aficiones con mucho placer. Llevo soltera más de un año, tras una relación de seis meses que se rompió porque éramos completamente incompatibles. Experimenté un duelo dulce, doloroso, que ya quedó atrás. 

Hace dos meses conozco a un chico de 30 años, amigo de un amigo. No trabaja, estudia un FP y vive con sus padres. Nunca ha tenido relaciones largas, alguna vez me habló de sus relaciones y en general me pareció todo un poco infantil. El feeling entre ambos fue inmediato. Empezamos a quedar enseguida. Mucha conversación, muchos besos, mucho sexo, mucha dulzura. Muchas ganas de compartir, de enseñarnos, de aprender. Un sueño para mí, estaba encantada. 

Hablando de nosotros mismos un día me dijo que venia de un periodo muy complejo de bloqueo afectivo-sexual, que ya estaba resuelto (no puntualizó más) y también me explicó que, como parte de su personalidad, a veces necesita aislarse de todo y de todos y pasar un tiempo incomunicado solo en compañía de su perro. Decía que eran bajones que le daban, necesidad de huir del contacto social. Yo no di importancia a estas cosas, pensé que no me atañían y que, en caso de suceder, ya veríamos como lo resolveríamos. En cuanto a nuestra relación le sentía ilusionado y contento, siempre me tenia en cuenta para hacer planes y este fin de semana (hoy, concretamente) iba a presentarme a sus amigos. 

Todo iba bien hasta el martes pasado en que, tras todo un día sin saber nada de él, le mandé un mensaje por la noche (ojalá no lo hubiera hecho) donde le dije que me daba pena no saber nada de él en todo el día y que me desconcertaba que él tampoco quisiera saber nada de mí. 

Considero que estos mensajes conforman una llamada de atención infantil, que ponen muy a la vista mi vulnerabilidad. Sopesé mucho mandarlos o no y lo hice de forma consciente porque ya otras veces me había callado otras necesidades respecto a la relación, cosa que él no hacía, y me apetecía medir de algún modo hasta dónde yo podía llegar. Generalmente teníamos contacto diario, hubo un par de ocasiones en que no nos escribimos nada en todo el día y no generé ningún problema aunque hubiera querido saber de él. Intentaba no agobiarle y ser respetuosa. Ese día, no se por qué, me pesó más el hecho de callármelo siempre que el hecho en sí de no saber nada de él, no sé si me explico. Fue algo así como un experimento, yo pensé: jo, lleva sin contestarme desde esta mañana a las 7, normalmente me aguanto, pero quiero saber qué pasa si demando algo de atención, voy a probar. En ningún caso me esperaba lo que vino después. 

A continuación de leer los mensajes me mandó un audio bastante duro, diciéndome que él no iba a estar todo el día pendiente del móvil (tampoco yo pretendía tal cosa como de hecho he demostrado durante todo el tiempo previo; eso sin contar con que curro tres veces más que él, me encargo sola de mi casa y la que no puede estar pendiente del movil todo el día soy yo) y que no iba a estar retransmitiéndome lo que hacía o dejaba de hacer. Le respondí disculpándome por los mensajes y diciéndole que el audio, no obstante, me parecía un poco exagerado y no me gustaba como me hablaba ya que le faltaba decirme "oye guapa, cómprate una vida" y que creía que me podía haber contestado con algo más de tacto. Como la cosa iba subiendo de tono, dijimos de hablar al siguiente día. 

Al día siguiente no quería hablar, estaba muy enfadado y decía que prefería esperar dos días más a aclararse para dejarme claro lo que me quería transmitir. Yo no entendía cómo podía estar formándose una bola tan grande de algo a lo que yo no daba tanta importancia, estaba dispuesta a pedir nuevamente perdón por los mensajes y a ser mas cuidadosa en otra situación. Le pedí por favor hablar ya, cerrar el asunto cuanto antes y no dejar que nos dañara más. Accedió a regañadientes y tuvimos una conversación telefónica (porque no quería verme) de casi dos horas donde pasó por distintas fases. Estaba muy enfadado, un tono altivo y despectivo, próximo al grito, me dijo que le había hecho muchísimo daño con esos mensajes, que no me reconocía, que le hacía sentir culpable por algo que no lo era, que no lo iba a volver a tolerar, que no quería a alguien así en su vida. Yo me quedé muy asustada, me hice muy pequeña, me limité a pedirle perdón y en un momento dado le dije que, siendo honesta, yo no podía garantizar que no volvieran a ocurrir situaciones semejantes y que viéndole a él tan seguro de no querer a alguien como yo en su vida quizás sería mejor cortar. Esto lo dije porque me vi completamente acorralada, sentí que me estaba casi pidiendo firmar un contrato de corrección que yo no podría cumplir porque sé que en las relaciones cometo, por desgracia, muchos errores. El caso es que dije eso y se puso a llorar, me dijo que él  no buscaba perfección, que yo le encantaba tal como soy, que todo esto nos viene bien para conocernos y establecer límites y pautas... Así la conversación más o menos, con algún que otro pico más de crueldad se fue cerrando hasta que colgamos de buenas formas dejándolo todo, según yo creía, bastante solucionado (aunque notaba cierta frialdad en su despedida que no me transmitió nada bueno) 

Esa noche salí al cine con mis amigos y a la vuelta a casa, al acostarme, le eché profundamente de menos. Sentía unas ganas tremendas de tenerle conmigo, acariciarle, besarle, desdramatizar todo el asunto, mirarnos a los ojos, ser los de antes. Entonces, pensando que ya el conficto estaría superado, le mandé unos mensajes que yo sabía que no leería hasta el día siguiente. Le dije que le echaba de menos, que lo sentía todo, y que tenia ganas de encontrar otra vez su mirada. Me fui a dormir pensando que le gustaría leerlos al día siguiente, pues él siempre ha sido muy cariñoso y muchas veces me ha dicho que le hacen bien esos acercamientos por mi parte y que le hacen sentir muy cuidado. 

Cual es mi sorpresa que al día siguiente, que por cierto, era un día festivo en que el que hubiéramos quedado, me encuentro un mensaje suyo diciendo que no vienen a cuento mis mensajes de anoche después de la conversación que habíamos tenido y todo lo que había pasado. Que no sabía como iban a estar las cosas a partir de ahora entre él y yo y que no sabía cómo nos encontraríamos. Que él iba a dedicar el día a autocuidarse y a reconciliarse consigo mismo y que deseaba que me fuera muy bien el día. 

Me quedé completamente en shock. No podía comprender esa frialdad. No podía comprender cómo podía seguir extendiéndose el conflicto tras una conversación de casi dos horas en que había quedado todo dicho y en la que además yo no había ofrecido ninguna resistencia. No podía entender ese alejamiento, ese desafecto, esa falta de amor. Le llamé, no me lo cogió y me mandó un audio diciendo que era un día para él, que no iba a hablar conmigo, que me encargara yo de mis emociones, que rebajara las expectativas que tenía respecto a él porque él no estaba ahí para sostenerme, que esto me pasaba por no ir al psicólogo, que me recomendaba hacer terapia y que no estaba sabiendo respetar su espacio. Todo esto en un tono muy alterado y despectivo.

Dejé pasar un tiempo, reflexioné, sentí mucho dolor, mucho atropello, mucha ofensa... y le mandé un audio diciéndole que siendo las cosas así, mostrándome una cara tan inhumana y cruel, prefería terminar ya la relación porque no estaba dispuesta a verme sometida a estos bucles destructivos cada vez que ocurriera algo. Él me respondió que le parecía mal que tomara esa decisión de forma tan unilateral y que lo diera asñi todo por perdido pero que estaba de acuerdo ya que no era capaz de respetar su espacio. Me dijo que estaba enamorado de mí, que nunca nadie le habia marcado asi y que adios. 

En ningún caso quiso quedar ni hablar por teléfono. 

Estoy devastada. Solo han sido dos meses, saldré adelante, pero ha sido como un brusco despertar de un sueño. Todo era perfecto. Estoy muy perdida. Por favor, necesito saber qué ha pasado. Cómo puede haberse dado semejante situación de incomunicación. Me martiriza la idea de que la última vez que le vi fue todo maravilloso y desde entonces pareciera que nos hubiera tragado un agujero negro virtual, sin habernos podido volver a mirar a los ojos. ¿Qué hice tan mal? ¿qué podia haber hecho mejor? 

Rumio todo constantemente. Pienso que todo habia sido tan perfecto antes porque yo me había dedicado en cuerpo y alma a agradarle. En la segunda cita me canceló el plan porque hacía calor y quería ver el fútbol y yo no dije nada, otras veces ha quedado en venir a mi casa a una hora determinada y ha venido casi dos horas después y tampoco he dicho nada. Le he puesto en todo por delante de mí para que fuera feliz, para no ser problemática, para que estuviera cómodo. Si en algunas de esas ocasiones, quizás, hubiera yo generado un conflicto, todo hubiera explotado antes. Pienso que él es encantador mientras todo le produce placer. Si aparece el más mín¡mo elemento disruptivo que le genera cuestionamiento, peirde el control de la situacion y experimenta un rechazo bestial. Pero no sé... no sé si quizás fue culpa mía. Estoy perdida. 

No puedo entender, con lo bien que estábamos y así me hacía él también ver, cómo puede prescindir de mí de este modo, sin darme espacio al encuentro, a la reparación, al diálogo horizontal... 

El contacto cero ya está en marcha. Bloqueado de todo, contacto eliminado. No nos movemos en espacios en común y es previsible que no nos volvamos a ver. Le echo de menos y mi cabeza me empuja a buscarle con la fantasía de que en persona todo podría ser diferente. Pero la verdad es que fue él quien quiso manejarlo así y así debe quedarse. 

Un abrazo.


   
ResponderCitar
(@carlos)
Honorable Member admin
Registrado: hace 10 años
Respuestas: 527
 

hola bartleby, he fusionado esta consulta con la anterior ya que estas consultas gratuitas deben estar todas en un hilo



te dejo enlaces en negrita, revísalos

 

Respondido por: @bartleby
No trabaja, estudia un FP y vive con sus padres

vamos a empezar por aquí. un tipo que con treinta años estudia un fp [que se puede hablar mucho del futuro de la formación profesional, pero tiene las patas muy cortas], no trabaja y encima vive con sus padres, es el peter pan irresponsable que no va a querer compromiso, básicamente porque no lo tiene consigo mismo



podríamos parar en este momento la consulta y hablar de tu energía, la que está atrayendo ese tipo de persona

cuando rechazas a tu energía en oposición [dependiendo de cuál sea tu desequilibrio de energía] llegarás a una cierta posición; como ves, la energía que estás encontrando te lleva, una y otra vez, a la ausencia: 

 

Respondido por: @bartleby
a veces necesita aislarse de todo y de todos y pasar un tiempo incomunicado solo en compañía de su perro

no creo en el “apego evitativo”, y todas esas definiciones que sólo son justificaciones; todas resumen la falta de amor hacia uno mismo, y se manifiestan en relaciones insanas, muchas veces tóxicas



que tú hayas conferido el valor de tu energía a otra persona, y pases por ciertos aros, por ejemplo este...



 

 

Respondido por: @bartleby
le mandé un mensaje por la noche (ojalá no lo hubiera hecho) donde le dije que me daba pena no saber nada de él en todo el día

… tan sólo habla de lo mucho que te has olvidado de tu verdadera autonomía, y lo mucho que has complicado los niveles en el videojuego, haciendo difícil destrabar las dificultades, las barreras, ser incapaz de ver por dónde tienes que ir


tanto tiempo diciendo no a tu verdadera energía, ocultándote en relaciones por las que transiges, por las que apuestas sabiendo, muy en el fondo, que no van a darte lo que necesitas, al final hace que pierdas tu rumbo

nadie debería sentirse mal y decir “ojalá no le hubiera enviado ese mensaje a esa persona preocupándome por ella”; al hacer esto desdices de tu valor como persona, como ser humano capaz de dar amor, de preocuparte afectivamente por alguien



viene, insisto, de una necesidad, pero en el momento en el que la respuesta que obtienes es negativa deberías haber roto esa relación



 

 

Respondido por: @bartleby
me mandó un audio bastante duro, diciéndome que él no iba a estar todo el día pendiente del móvil

a partir de entonces, más de lo mismo: si no solucionas el desequilibrio, poniendo límites de acuerdo a tu energía, en las primeras conversaciones, las primeras horas o días de relación, ya no podrás hacer nada contra ese desequilibrio: es un sentimiento que se potencia hacia él por tu sentimiento de nulidad y vulnerabilidad, y se reduce de él hacia ti por tu dependencia

 

Respondido por: @bartleby
ha sido como un brusco despertar de un sueño. Todo era perfecto. Estoy muy perdida

desde luego que estás muy perdida, porque pensar que la relación con un tipo como ese es perfecta 🤪, un tipo que te evita, que no siente amor por ti, y que a los dos meses lo fuerza todo para que la cosa se termine, deja claro cuál es el autoconcepto con el que vas por la vida

a los dos meses, querida, incluso a los seis, a los ocho, y al año y medio, tenéis que estar tirando confetti; las discusiones y otro tipo de cosas, llegan después

si piensas que a los dos meses de idas y venidas, de desplantes, “todo era perfecto”, deja claro qué concepto tienes del amor, que es el mismo que tienes hacia ti

 👈

insisto, el principal problema es tu creencia acerca del amor que mereces

:

 

 

Respondido por: @bartleby

 

Le he puesto en todo por delante de mí para que fuera feliz, para no ser problemática, para que estuviera cómodo

como ves, el problema sólo es este: poner a otra persona por delante de ti, cuando seguramente tu energía te posicione en el lado contrario

como te digo, podríamos hablar largo y tendido del resultado, pero lo importante es el origen y tiene que ver con tu energía

si puedes, te recomiendo que tengas un encuentro conmigo y veamos bien cuál es tu centro, tu expresión, y empieces a construir en firme desde ahí


no quieras más este tipo de relaciones en tu vida, porque están demostrando cuál es la relación que tienes hacia ti



mucha fuerza ✨


   
ResponderCitar

¿te ayuda mi foro? ¿me ayudas a seguir creciendo?
pulsa el botón o lee más aquí

consultas resueltas

sé el cambio que quieres ver en el mundo

sé el cambio que quieres ver en el mundolema de gandhi fundamentado en el punto cero: todo eso que quieres cambiar ahí fuera, en realidad, requiere de un cambio en tu interior en esta lección de autobiografía de un yogui comentaba, quizás, lo más importante de este...

segundas partes no funcionan

segundas partes no funcionanesta es una de las cuestiones más complicadas a la hora de abordar una separación para mí, por mi propia experiencia y la de miles de personas que he conocido, cuando el amor llega al punto de la ruptura no hay vuelta atrás, mucho menos si...

cuando una relación comienza por el físico

cuando una relación comienza por el físiconuestra sociedad alienta las relaciones superficiales, las que comienzan por el atractivo físico, sin dar importancia al vínculo emocional, afectivo, que debería ser el preámbulo de los sentimientos y, por tanto, del sexo a...

la importancia del sexo

la importancia del sexo vivimos en una sociedad pornificada en la que la sexualidad se ha degradado hasta la visión del sexo por placer, olvidando su cometido real que es la conexión de dos almas la inmensa mayoría de las relaciones comienza de forma invertida, a...

cuando tu ex te tantea

cuando tu ex te tantea un tanteo es recibir un contacto de tu ex pareja. es, probablemente, el obstáculo mas difícil de superar en las primeras etapas de un duelo todo tanteo, como toda la información que te rodea, está relacionado con lo que piensas que no puedes...

emprender y encontrar dificultad

emprender y encontrar dificultad emprender implica dificultad. todo comienzo está fundamentado en el caos y el desorden, básicamente por la inconsciencia de no saber hacia dónde te diriges cuando te abres a cualquier nuevo mundo y exploras, las dificultades se...

personas que juegan con tus sentimientos

personas que juegan con tus sentimientoscuando estás con alguien que juega con tus sentimientos, estás resonando con una falta de creencia en ti si has vivido una traición, fuiste tú quien comenzó a traicionarte a nivel inconsciente, y esa actitud acabó proyectada en...

algunos datos sobre mi trabajo

visitas a mis foros desde 2006

casos atendidos en el foro

personas han trabajado conmigo

consulta estas tres sencillas normas

¿te ayudo personalmente?

preguntas y respuestas sobre el foro

centro punto cero utiliza cookies | si continúas navegando aceptas su uso | pulsa en este enlace para más información

  ACEPTAR
Aviso de cookies