la experiencia que le contaba a la persona con la que hablaba en esta consulta es una de muchas, y como tal, irrelevante; no es la forma de mi experiencia, sino su fondo lo que realmente importa

como tantas veces tenía un proyecto en mente que no salió adelante, y me castigué; mermé mi autoconcepto, lo que pensaba de mí por haber hecho algo que no había cumplido mis expectativas

el problema es que  vez que me negaba impedía, inconscientemente, que las cosas a partir de ese momento [ya a partir de alguno de atrás], no fueran como yo esperaba

daba igual en el jardín que me metiera, todo era ingrato; tardé bastante en darme cuenta que esa ingratitud que recibía del mundo empezaba en mí, por no agradecer con el corazón cada momento, y tuve que enfrentarme a la nostalgia para comprender ese patrón inconsciente, el de infravalorar la vida, el de buscar una perfección imposible, el de querer hacer realidad todos mis cuentos hasta perder la cuenta de todos

querer más y mejores cosas escondía una infravaloración de lo que había vivido, era el resultado de haber pensado más en supuestos errores que en vivencias; estaba enamorado del deseo de encontrar algo mejor, pero nada de lo que hubiera llegado me hubiese llenado porque en realidad sólo quería eso, la idea de que hubiese algo mejor para así compensar lo que pensaba de mí [que no era precisamente lo más bueno]

buscaba fuera la perfección que ya era dentro

como extensión de esa visión de mi pasado se repetían en bucle situaciones de fracaso, de rechazo, de pérdida; era el eco de lo que yo había negado en mí

decidí entonces construir con lo vivido, no esconderlo, ni mucho menos negarlo, y a través un profundo ejercicio de valoración comencé a cambiar la forma de la vida que se abría para mí

seguro que también puedes tú 👊

mucha fuerza ✨