reflexiones
2: como polillas alrededor de una luz
en marzo de 2004 aterrizaba por primera vez en delhi
un viaje en avión que prefiero no recordar 🤢
la verdad, si hubiera puesto un pie yo allí solo me hubiera vuelto al día siguiente… pero como fue un viaje organizado, de estos facilones, me quedé allí con mi maleta de ruedas, mi pinta de extranjero y una gran interrogación en la cabeza
lo cierto es que al llegar al hotel me atendieron fenomenal; tuve ocasión de cambiar el dinero que llevaba, y subí a descansar a mi habitación
y entonces hice esta foto
había cambiado 500 dólares a rupias…
una locura 🤪
creo que me pasé… pero qué sabía yo
me costó mucho llevar ese dinero de un sitio a otro, y entre la pinta de foráneo, la bandolera, la cámara de fotos y que sacaba tímidamente un billete de 100 rupias cada vez que me pedían, quizás, una o dos para tomarme una coca-cola, me sentía continuamente fuera de lugar
los niños, tanto los que pedian como los que no, me transmitieron el prisma con el que me observaban; me hablaban de lo extraño que parecía, las rarísimas zapatillas que llevaba [tenían la suela azul transparente 😂], o me preguntaban por qué llevaba las gafas de sol en la cabeza en lugar de en los ojos [¡qué importante es la mirada del niño!]
me di cuenta de lo diferente que resultaba para toda aquella gente…
y ese vuelco de perspectiva, me cambió
para siempre
india, país al que he vuelto en otras dos ocasiones [y al que siempre volveré], me dejó claro el infinito crisol de experiencias en el que vivimos, el plano diverso y desafiante, con infinitos puntos de vista, al que llamamos planeta tierra; un día, hablando con un niño en orchhā, una pequeña ciudad palaciega fortificada del distrito tikamgarh, de madhya-pradesh [ahora abandonada a su suerte como aldea rural], me decía que yo era rico
según él yo tenía coche, ropa de muchos colores, gafas de sol, cámara digital…
bueno, y los dos fajos de billetes que no había visto 😅
en aquel momento comprendí, profundamente, que la riqueza era sólo una cuestión de relatividad, de perspectiva
que había vivido desde siempre en la queja, persiguiendo lo que yo consideraba riqueza cuando, para millones de personas, al menos en india, yo era, literalmente, rico
buscamos la luz, la que consideramos que está fuera de nosotros, porque no la hemos descubierto en nuestro interior. una luz que tiene que ver con la iluminación de la forma de pensar sobre lo que ya tenemos
el verdadero reto de este plano es, precisamente, ese trabajo de iluminación: darte cuenta de que tu verdadero poder no es perseguir luces como si fueras una inconsciente polilla, sino darte cuenta de que tú eres esa luz; de que tu consciencia puede observar el milagro del ahora, apreciar el milagro de lo que ya tienes, y que esa sea la forma de reconocer todo lo que en realidad puedes conseguir
el reto, por tanto, no es ser más espiritual, ni más disciplinado ni más elevado, sino romper con el drama de la separación
el drama que te hace sentirte polilla en busca de luces, y que al neutralizar hace que percibas abundancia y riqueza en cada pequeño milagro que vives
son milagros diarios, cotidianos, pero pasan inadvertidos por el inmenso ruido de la mente egótica, siempre en busca de luz, de experiencias, de conocimientos, de preparación, de espiritualidad, de consciencia, de todo
hablaba de ello en esta consulta del foro, donde un problema sentimental reflejaba esa búsqueda, esa necesidad no resuelta que te empuja a conseguir más mirando fuera, en lugar de apreciar lo que ya tienes mirando dentro
para estos próximos días reflexiona sobre todas esas cosas que crees necesitar para realizarte, porque son precisamente los obstáculos que te generan sensación de resistencia y bloqueo
haz este ejercicio: acompaña cada percepción del drama, cada pensamiento limitante que tengas, con una breve pero intensa vivencia del presente. es decir, enfócate con plenitud en lo que ocurre, sea lo que sea que tengas delante, la mesa del despacho, el parque de los niños, tus compañeros de estudios, no importa, tan sólo respira conscientemente y date cuenta de lo complejo y fascinante que es el poder percibir todo eso
intenta transformarte en unos segundos en espectador de tu drama, y deja de actuar en él. detén ese discurso, y observa la vida, respira, fluye…
darte cuenta de que eres la luz, de que puedes ser una mente en calma y no una que revolotea, es un ejercicio muy poderoso y estoy seguro de que te ayudará
ya me contarás. mucha fuerza ✨