
cuando una relación se rompe, brotan los dramas, los apegos a todas esas cosas que forman parte del pasado y ya no están
en un primer momento sólo se echa de menos lo que sucedía, y no lo que realmente sucedía; es decir, se recuerdan momentos de la relación, por poco que hubiera, sin tener en cuenta los aspectos necesarios, obligatorios para una relación de amor real
eso es lo que provoca que una relación se destruya: la falta de cimientos propios al comienzo de la relación, principios con los que tener muy claro qué se desea de una relación de pareja, qué cosas deben exigirse y cuáles no permitirse
muchas personas que han vivido un rechazo, que se da siempre al final de una relación sin amor fraguada a través del tiempo, intentan subsanar las carencias a través del ego; es decir, intentan solucionar aquellas cosas por las que fueron rechazadas, pero sólo para resarcir su ego herido y no para completar su amor
intentan construir la imagen que la persona que les rechazaba aprobaría, las cosas que la otra persona querría y que tienen que ver con las carencias de esa otra persona porque, en esencia, nadie debe querer que seas de una forma concreta para estar a tu lado; entonces, en lugar de construir una imagen de amor propio que, por supuesto, iniciaría una nueva relación de amor, se quedan pensando la mejor forma de ser aceptados por alguien
la cuestión primera y última es olvidarte de esa persona para acordarte de ti, pero no con lo que egóticamente quieres cumplir, sino con lo que ya estaba en ti y no valoraste adecuadamente
por miedo a ser desterrados de la tribu, a no ser aprobados por los demás, por miedo a no tener una relación con la que identificarnos como seres sociales válidos, equiparados a los demás, aceptamos ciertas cosas, delirios del ego, conflictos territoriales, imposiciones silenciosas que se van sedimentando, unas sobre otras, creando una montaña imposible de destruir con el paso de los años
por no saber decir no a tiempo, todos esos sedimentos emocionales, los permisos que dimos a un entorno tóxico, han acabado por filtrarse por las grietas de una relación sin amor, asentándose en nuestra vida y haciendo que nos olvidemos por completo de lo que somos
por eso, cuando llega el duelo, la única manera de acordarse de uno mismo es olvidando lo que fuiste con esa persona
comprenderás, entonces, que todas aquellas situaciones que diste como buenas, los comentarios, actitudes, opiniones, acciones que llevó a cabo otra persona y con las que creíste resonar [seguramente con dudas de no estar haciendo lo mejor], son situaciones de las que debes desvincularte, olvidándote de una relación en la que, sencillamente, no fuiste tú
tú, en esencia, como todos, eres un ser puro, con una base esencial de amor que necesita el mismo afecto que se da; por esto, observa en profundidad tu pensamiento antes de iniciar una relación, observa detenidamente tu drama, tus argumentos recurrentes, qué cosas piensas de ti, qué cosas dices de ti, qué cosas sientes merecer, porque mientras haya dolor porque una persona, con la que construiste una relación sin amor, te deje, te rechace, te menosprecie, estarás introyectando esa culpabilidad, diciéndote cómo debes seguir siendo, qué cosas tóxicas debes seguir aceptando, en lugar de hacer el cambio, hacia el amor propio, esencia para que las cosas funcionen
te mando mucha fuerza para que te acuerdes siempre de ti, lo que eres, de lo mucho que debes cuidarte, de lo mucho que debes protegerte y amarte, para no permitir que nadie te trate como una versión reducida de ese amor 💗