reflexiones

8el valor de las lágrimas

el 3 de mayo de 2014, unos meses después de lanzar conéctate a la felicidad, me invitaron a dar una conferencia en la feria del libro de valencia

recuerdo que llegó todo el mundo de golpe, solo unos minutos antes de empezar: se llenó la sala, todas las sillas quedaron ocupadas, y yo hice lo que mejor sé hacer: contar una historia, en aquella ocasión sobre el sufrimiento y la superación

en algún momento, durante el turno de preguntas y respuestas, alguien levantó la mano y preguntó: ¿qué podemos hacer, entonces, cuando sentimos dolor y no sabemos cómo sacarlo?

me quedé pensativo, y entonces respondí de forma contundente: «llorar»

hubo algún gesto de extrañeza en la sala, algo bastante lógico porque por aquel entonces empezaba a despuntar la figura del coach motivacional, el típico de te echo una charla, te vas de aquí con alegría, y mañana será otro día; siempre he dicho que las palabras que realmente sanan, duelen, pero a menos que estemos en una situación límite tampoco buscamos soluciones dolorosas

preferimos verdades a medias
duelos descafeinados
la medicina es amarga, sobre todo, si el paciente la necesita

el camino de las lágrimas me llevó a la felicidad, y ése el mismo camino, uno complementario al que todos llevamos, que representa nuestro primer gesto de humanidad nada más nacer y quiero mostrar a los demás; cuando yo lo viví llevaba más de dos años trabajando conmigo mismo, analizando esa extraña práctica que nos diferencia del resto de los animales; había pasado por un largo proceso de cambio y había llorado, mucho, al darme cuenta de que las cosas no eran como yo creía, de que no estaba enamorado de la persona con la que vivía, y de que estaba perdido y sin rumbo con casi cuarenta años; lo superé llorando, a veces riendo y llorando a un mismo tiempo, lo más doloroso; sentía que me había traicionado, que me había engañado durante mucho tiempo y ahora tenía que aceptar quién era realmente 😅

todo eso lo plasmé en mi libro:

seguí leyendo artículos sobre el porqué de las lágrimas; algunos como éste coincidían con las reflexiones a las que llegué en mi libro; de hecho, en ese articulo enlazado se especifica que «las lágrimas emocionales tienen un mayor contenido proteínico«

es decir, las lágrimas, en su composición, son diferentes si cortamos una cebolla que si lloramos por algo que se fue

las estructuras que contienen las lágrimas, cuando sentimos dolor, contienen péptidos diferentes como la encefalina lo que implica una vía neuronal en la glándula lagrimal, es decir, una conexión con la estructura cerebral; y aunque, según la investigadora de ese artículo «no está demostrado que sean una purga para secretar sustancias nocivas”, lo cierto es que esa investigación se aproxima mucho a la idea de que llorar sirva para liberar patrones neurales que ya no son necesarios; de llorar las construcciones mentales que no son útiles y que puedan afectarnos físicamente, que es lo mismo que remarcaba el psiquiatra estadounidense francis braceland: «el dolor que no se desahoga con lágrimas, puede hacer que sean otros órganos los que lloren»

llorar, como decía en esta consulta, es el principio de la renovación; es imposible, de hecho, un cambio, si no se «destilan» esos patrones, si no se llora, y se drena, quizás no la «sustancia nociva», pero sí el pensamiento nocivo

desde hace muchos años trabajo con mucha gente construyendo nuevas realidades, y en ese cambio, siempre, hay lágrimas; y creo que son inevitables, necesarias, positivas para empezar algo nuevo; por eso ayudo a la gente con mis guías, para que escriban buscando sus propias respuestas, para conectar ideas nuevas y desconectar las que no son válidas

te hablo de esto, hoy, porque hace unos días varias personas me hicieron llegar sus comentarios, como cada noche, del proceso que viven conmigo. y mira lo que dicen las tres:

hice captura de esos comentarios y quise escribir sobre esto, porque rara vez nos concedemos la libertad, incluso el disfrute, de llorar; pocas veces, quizás ninguna, profundizamos en el sentimiento primario de las lágrimas, obteniendo todo eso que queda después de llorar: la relajación, el alivio y la cura

llorar es sano. si tienes que llorar por algo, hazlo
te dejo dos tips:

1. drena todo lo posible. cuando estés soltando el aire, a medida que lloras, hazlo hasta quedarte sin aire, como «estrujando» tu corazón, tus pulmones, tu hígado, tu páncreas; estruja tu interior para soltar todo lo que llevas; una vez hayas soltado, lentamente, todo el aire, estabilizando tu sistema parasimpático, toma aire rápidamente y vuelve a soltar, las veces que sean necesarias, «estrujando» tus lágrimas hasta que saques lo que te duele, y sólo tengas ganas de coger más aire; y vuelta a empezar

2. conversa contigo al llorar. comprende, mientras lloras, que lo haces porque tuviste miedo, porque pensabas que todo sería peor, porque la supuesta tristeza era, en realidad, incapacidad para seguir adelante, por el momento cero en el que sucedió el conflicto; sé muy consciente de que el miedo no era necesario, que ya conoces tu otro lado, y toda esa emoción negativa que tenías acerca de ti no servía para nada; siente, en definitiva, que lloras por no haber confiado en que la vida te va a dar siempre lo que necesites

ese mantra me ayudó a mí, y te ayudará a ti a tener salud, más tranquilidad y mucho, mucho más equilibrio

muchas lágrimas cuando lo necesites, y más fuerza siempre ✨

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