integración

comprender que el cuerpo responde a estímulos mentales [muchas veces inconscientes], que se enquistan y se repiten enviando la misma señal a la mente, fue vital en mi desarrollo personal

aún más comprender que esas señales son las que generan la realidad, lo que se vive cada día

de forma habitual pensamos que la mente es el encierro, que los recuerdos de la mente son la trampa, y hacemos todo tipo de terapias para solucionar ese problema

intentamos resolver trastornos de la infancia, shocks del pasado, o una depresión post-traumática tras un duelo sentimental, y todo a través de simples entendimientos

con un libro o una charla

nos quedamos ahí, en conocimientos que, sí, nos ilustran magníficamente, pero ninguno profundiza y sana de forma física esa dolencia

hemos pasado por alto una realidad atronadora: todo lo que pensamos, las emociones que sentimos, se va almacenando en el cuerpo y rige nuestra conducta

y ése es el verdadero encierro, el más físico
el cuerpo

es ahí, en el contenedor de nuestros recuerdos, donde está el problema. y reflexionar sobre ello me permitió comprender el principio que iba a sanar muchas más cosas de las que me podía imaginar

 

la memoria del teléfono

un buen día comprendí cómo trabajan el cuerpo y la mente juntos: recuerdo que estaba dando un paseo mientras enviaba unos mensajes de voz a un amigo; ese mismo día, escuchando los mensajes de nuevo, venían a mi mente los lugares donde había estado en cada preciso instante de la grabación

el audio activaba todas las imágenes de mi paseo
escuchaba mis palabras, y recordaba lugares

de alguna forma, mi cuerpo había aprendido lo que había dicho, y asociaba palabras a las creaciones que manifestaba, a las experiencias que llevaba en la memoria

era como aquello de marcar números de teléfono uno a uno; podrías no acordarte del número, pero si probabas a marcarlo manualmente no te equivocabas, lo que significaba que el movimiento para marcar el número parecía estar codificado en el cuerpo y no en la memoria

detrás de esto se encuentra un proceso subconsciente que hace que el cuerpo asocie conceptos y manifieste las realidades que aprende, y eso me dejó claro lo importante que es hablar bien al cuerpo

 

integrar la espiritualidad

cuando una persona vive una realidad que no se ajusta a su patrón social, a lo que cree que debe sucederle, comienza el problema: intenta equilibrar la disonancia a través de pensamientos en bucle, su mente se enquista en dar solución a temas ya pasados, y codifica todos esos dramas en el cuerpo 

esas señales, esos patrones de vibración disonantes [acuñados por la ciencia yogui como saṃskāras], se repiten una y otra vez hasta que acaban fijados en células, músculos, tejidos y órganos, generando un lenguaje físico desordenado y disfuncional

¿cómo solucionar esto, si cuerpo y mente están desconectados la mayor parte del día? ¿cómo vivir algo acorde a lo que deseamos, si pensamos de una forma y actuamos de otra?

para solucionar este grave problema, el que alimenta este matrix que ha encarcelado nuestra mente, debemos conectar lo racional y lo emocional en una sola ciencia

y para ello, la mejor solución es la integración

entender el conflicto
comprender su importancia
integrar la actitud de cambio

en mi caso, tuve experiencias que me ayudaron a integrar una nueva forma de pensar, y no sólo a través de la comprensión, leyendo libros y acumulando conceptos: lo hice a través del cuerpo y de la mente

para mi trabajo he utilizado la experiencia de muchos años con prácticas meditativas, interpretativas y yóguicas conectándolas con momento cero, mi experiencia para imaginar una nueva realidad y trascender el drama

sentir [y no sólo desear] nuevas emociones, resuelve conflictos anclados en el cuerpo y la mente, y libera el drama que genera la misma realidad una y otra vez. por eso, cuando hablo de integrar una enseñanza hablo de conectarla a uno mismo, de ir más allá del entendimiento y la comprensión de un guión, para acabar integrando y normalizando el guión en uno mismo

este concepto, la integración, que se produce en niveles de meditación, de psicodrama y de yoga, consigue adoptar pensamientos constructivos, enfoques positivos, posturas saludables, en un completo lenguaje circular que une cuerpo y mente

la integración es el máximo nivel de cualquier aprendizaje, y el que realmente genera cambios positivos para ti

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