
⌘ toca esperar en los pasillos
una punta que escuece
llena de polvo,
una mirada de cáscara de naranja…
… y ese cordón que baja
desde la axila,
por haber sudado estaciones
me molesta ese niño
comido por pequeños calcetines;
y el desafinado de madera,
escuchando el frío resguardado en su chaqueta
más minutos. medias horas
otra vuelta de reloj llena de nervios;
un tiempo apagado,
la luz vacía robada de las calles…
todo me enciende, intranquilo,
mientras veo caer muertos
los turnos,
en esta nube de puertas y pasillos
carlos burgos, 18 de diciembre de 2009