hace tiempo leí que en japón, ese país llenísimo de víctimas del imperialismo socioeconómico, acostumbra a reintegrar a sus pacientes mentales al ritmo habitual como parte de una nueva corriente psicológica

y me dio que pensar, la verdad 🤔

por aquel entonces creo recordar que vivía de aeropuerto en aeropuerto, intentando buscar respuestas a mi camino en parajes místicos y tierras lejanas; reflexioné entonces sobre aquel paréntesis que abrí en una vida convertida en un bucle de madrugón-tráfico-presión en el trabajo-comida en el tupper-vuelta a casa, y la verdad es que no le veía el sentido a aquella «terapia»…

sin embargo, como todo aquel contenido que leemos, que nos hace pensar y al que, quizás, por el continente donde lo encontramos, le damos validez, quise convencerme de que a lo mejor era lo mejor, y que detenerse para revisar el pasado no era necesario

que yo, a pesar de lo que sentía, no estaba haciendo bien las cosas, que la vida, como decía pau donés, son cuatro días y tres ya han pasado, y que, como decía el dalai lama, lo mejor es beberse unas cervezas con amigos y santas pascuas 💃

hice el caso justo a todo aquello, y es posible, de hecho, que tú, que estás leyendo ahora esto, pienses lo mismo: que todas esas «terapias» que tienen que ver más con el marketing y el consumo, esos empujones hacia el ritmo cotidiano, a seguir viviendo-produciendo-consumiendo, esa locura por encontrar el propósito de vida [cuando la vida sobre la que buscamos carece de sentido], sea un total sinsentido 🤷‍♂️

si sientes eso, si tras un duelo, una pérdida, un cambio no tienes fuerzas [o tragaderas] suficientes como para volver al mismo ritmo sin evaluar mínimamente lo que eres, quiero decirte que lo que sientes es normal; que, desde mi punto de vista, es algo positivo, constructivo y realmente beneficioso, y que tienes todo el derecho del mundo a detenerte, a revisar tu pasado y hacer con todo eso un nuevo futuro

toda invitación a «ser tu mejor versión», a «encontrar tu camino de vida», a «diseñar tu propio futuro» requiere que te conozcas, que te explores, porque sin buenos cimientos, sin un sólido conocimiento de lo que eres, es virtualmente imposible construir el conocimiento de lo que serás

por eso, y porque todo rastro de duda sobre ti, el gesto irresponsable de obviar lo vivido y enfocarte en lo que está por vivir tan sólo te desdibuja, te desconecta de tu camino, y sumerge en tu subconsciente un mensaje bastante desalentador sobre las «cosas que te sobran» y las «piezas que es mejor olvidar»

nadie debería decirte olvídate de eso, y piensa en esto otro

todo lo vivido, es sagrado; nada te sobra. nada de tu camino surgió para ser olvidado, sino para utilizarlo en un proceso alquímico de aceptación, de abrazo cálido y vital, porque sólo eso te permitirá ser la suma de todo lo que eres sin esconder el resultado de la resta en un cajón

mucha fuerza ✨