reflexiones
10: yo me quedo en casa
a veces, como todos, busco respuestas
la verdad es que una situación como la que estamos viviendo genera demasiadas preguntas
supongo que en algún momento me acostumbré a mirar dentro de mí, porque aprendí [a la fuerza] que todo lo que vemos manifiesta lo que somos; la cuestión es ¿qué quiere decirnos la vida, a cada uno de nosotros, con una pandemia global?
el comienzo de una nueva era
esta semana he recibido preguntas de mucha gente sobre todo esto que nos está pasando; no sé si puedo aportar algo a todo lo que ocurre; lo intentaré, pero básicamente se trata de qu estamos ante el precedente de una nueva era
el coronavirus llegó con memes e iniciativas sociales desde los balcones de cada casa, y nos ha ido empujando a adoptar el ingrediente más importante hacia una consciencia colectiva: la solidaridad
es la primera vez en la historia de la humanidad que todo el planeta se une por una sola causa; jamás algo [quizás ahora este virus de laboratorio, relativamente débil pero lo suficientemente real como para provocar una pandemia] había colapsado de esta forma el planeta
no soy conspiranoico: veo estúpido pensar en si estados unidos puso el virus en wu-han, si existen los illuminatis, o si la tierra es plana o está hueca; desde mi punto de vista, cualquier supuesto método de control no requiere de lucha sino de aceptación; es decir, ser feliz con lo mucho que existe cada día, a cada minuto y a cada segundo, tarea ya de por sí titánica independientemente de qué ocurre ahí fuera
la felicidad empieza por uno mismo, así que no se trata de qué haces sino cómo te sientes al hacerlo; se trata de que te ocupes de vivir tu vida, la que estás viviendo con todo lo que trae [que no es poco], y gracias a [y a pesar de] todo ello, aprender a vivir en calma
a todas las personas que he conocido demasiado preocupadas por los mundos del más allá y las conspiraciones secretas, estaban en realidad jodidas por su trabajo, el dinero, la pareja, su infancia, o por un poco de todo, pero preferían seguir poniendo el punto de vista muy lejano para sostener la idea de que eran manejadas y que no podían ser plenamente libres y felices por sí mismas
a toda esa gente, con el coronavirus, le ha llegado su san martín
la búsqueda está dentro
al final, la búsqueda de respuestas, agotadora porque sólo revela falta de aceptación y rechazo a la propia humanidad, resulta infructuosa: jamás nada dará satisfacción al que busca imposibles
aún existiendo todo tipo de conspiraciones y poderes ocultos, buscar al responsable y establecer jerarquías [algo propio de la contradicción humana, la de no amarnos por defecto y creer que el de enfrente vale más] crea verticalidad y, por tanto, separación; querer sentirnos más completos porque un gobierno libere archivos secretos o perseguir tecnologías que muten nuestro adn son metas imposibles que nos hacen desaprovechar las más útiles, las que nuestro estado de consciencia necesita y que están a nuestro alcance, en todo momento
ya no recuerdo dónde vi o leí [creo que fue un documental sobre el poder oculto, más o menos hacia el año 2000], a un tipo que decía haber estado junto a otros grandes peces gordos, en una sala, frente a una pizarra en la que había dibujados cinco grandes círculos:
y aunque no creo ni dejo de creer en conspiraciones porque, en esencia, de cara a aprovechar el concepto de vida que tengo por mi nivel de consciencia, no son argumentos útiles, sí creo que este mensaje puede serlo para comprender el porqué de toda esta supuesta manipulación [si es que realmente la hay]; lo que al parecer está planificado puede ayudarnos a comprender que cada paso lo damos hacia una consciencia o aldea global, donde cada vez serán más evidentes las consecuencias de cada cosa que pensamos, decimos y, sobre todo, de cada acto que realizamos hacia los demás
la verdad es que no sé cuándo terminará el fanatismo religioso o si ya ha empezado el plan sobre el cambio climático; parecemos estar en un punto difuso entre la emergencia social y la consciencia planetaria, pero creo que los individuos de cualquier civilización avanzada dejan de contemplarse a sí mismos y empiezan a hacerlo a través de los demás; eso es precisamente lo que está sucediendo, ahora, en todo el planeta, en cada casa en cuarentena, gracias al coronavirus
todos estos protocolos de alerta sanitaria, precedentes inamovibles con los que miles de millones de personas están aprendiendo a solidarizarse con las demás, despiertan nuestra esencia como creadores [y no tanto como consumidores]; es aún pronto, personalmente llevo apenas una semana de cuarentena, pero se respiran aires de concienciación y cambio global
esta es mi premisa [con todo, no sólo frente a un alerta social]: aceptar el conflicto como parte de nuestro reto como seres humanos; por eso, independientemente de cómo evolucione esta situación y yendo mucho más allá de lo meramente humano, creo que estamos inaugurando, sin ninguna duda, el inicio de una nueva era
desde aquí, con todo el respeto pero también con mucho entusiasmo, os envío muchísima fuerza para todos los grandes y maravillosos cambios que están por llegar 🌟