⌘ escaleras hacia un buda de neuronas
espejos de mil caras
clavados sobre el fuego,
bordeados por aguas de ceniza
y seres humanos
he volado
hasta esas enternecedoras mentes
que sangran diálogos esquivos,
que apresan entre sus manos
los esmeraldas y dorados de buda;
que dejan que sus calles
sigan hablando sus propios dialectos,
hirviendo medias lunas, brillantes,
sobre aceite de baldosas
el país de las sonrisas y una mirada al cielo
bloques de metal refugian al maestro,
y acordes de aluminio engañan al discípulo.
¡ese es el momento! mis parpadeos,
imperceptibles, se visten de herrumbres
de suavidad. de charcos en el desierto,
de sonrisas de papel
cuero en mis espaldas,
y la punta de un lápiz traza el carbón
que quema nuestro camino,
para poner rumbo a otro mundo
un mundo que encierra
los sueños de plástico de occidente,
donde sus notas musicales embriagan
las edades y las minifaldas
el mundo que apura la energía de mi sangre,
y me hace recordar sueños
grabados en pistas digitales
carlos burgos, 6 de febrero de 2010