
la consciencia y la vida, son la misma cosa
el mundo que vemos es una proyección de la mente
la primera ley de la mecánica cuántica establece que el observador, lo observado y el acto de observar, son una cosa y la misma; de ahí que uno de los principios herméticos afirme que «la energía del universo es mental»
experimentamos este campo vibracional, la extensión consciente de nuestro pensamiento, para aceptar todo lo que existe, porque todo está proyectado desde nuestro interior y, por tanto, somos nosotros mismos; vivimos en un infinito puzzle, formado por piezas que nosotros ponemos de forma inconsciente, y el mero paso por este plano se reduce a la aceptación de lo que vemos, para aceptar lo que somos
en este sentido, si todo lo observado tiene que ver con la consciencia que observa a través del ejercicio de la observación, aquello que vibra en la consciencia, aquellas personas, situaciones y cosas que se manifiestan ahí fuera son mensajes de la propia consciencia resonando con su propia energía
en pocas palabras: los mensajes de la vida son tus propios mensajes
la cuestión primera y última, por tanto, gira en torno al espacio en el que se enfoca la mente, porque en ese principio es donde radica la verdad
sólo existe aquello en lo que te enfocas
sólo existe aquello en lo que te concentras
sólo existe aquello que observas
el resto de mensajes, situaciones, eventos, dramas, alegrías, todo forma parte de las elecciones inconscientes que la mente baraja a cada segundo y que son posibilidades en potencia, y por eso la atención [y elección] consciente, es decir, enfocar a la mente en un punto concreto, es lo que hace que ese punto en concreto exista y crezca
mira las noticias, el twitter: el miedo posiciona a la mente en todo tipo de situaciones dramáticas, y eso alimenta la realidad colectiva que genera más y más miedo; alimentamos el mundo en el que nos concentramos
en realidad, basta con dejar de observar para que esa realidad se desvanezca; basta dejar de ver noticias alrededor del miedo, para que nuestro mundo interior se pacifique
es la misma realidad de las prohibiciones: prohibir es hacer desear, y por eso toda queja, toda condena, todo rechazo, es decir, mantener a la mente enfocada en algo sin importar si se hace de forma positiva o negativa, recrea, alimenta y expande el objeto condenado
en definitiva, el mundo existe cuando es observado. la consciencia humana es el instrumento que utiliza nuestro plano para existir y evolucionar; es nuestra mente es lo que hace posible que la vida florezca, y somos nosotros los encargados de poner eje y dirección a esa energía
si los eventos [tanto los que te gustan como los que no] sólo existen por tu elección, ¿dónde vas a poner tu atención consciente? ¿qué cosas vas a elegir observar, y de qué forma vas a proyectarte, para convertirte en su reflejo?
o dicho de otra forma: ¿qué realidad, de todas las que ofrece este inmenso crisol, quieres experimentar?